Dejan una niña huérfana. Afirman que fue por celos y la acechó cuando iba para su trabajo
El alférez de fragata Ramón López Contreras, mató a Fari Eunice Reyes Mateo, de 28 años, quienes estaban separados desde hacía dos años a causa de los celos y las continuas golpizas que el marino le propinaba.
Habían procreado una niña que hoy tiene siete años, de nombre Gabriela, informaron familiares de la joven en la calle Cuarta número 14 de Los Mameyes, donde el marino la mató.
Según versiones, la mujer se proponía abordar un carro público cuando su ex esposo llegó disparando con una pistola.
Los disparos impactaron en una de las ventanas de la vivienda y en el carro Nissan Blue Bird, blanco, placa T 012827, estacionado en una vivienda contigua.
Reyes Mateo trató de huir pero el marino no cesó de dispararle, alcanzándola en la cabeza, el brazo derecho y el abdomen.
La joven, quien cayó frente a su casa, era secretaria en una empresa privada.
Vestía jean azul, “polo shirt” azul oscuro con un letrero que dice Eddycasas y llevaba unos zapatos de tacones de madera con cuero negro.
Luego de matar a su ex esposa, el oficial de la Marina de Guerra continuó disparando para escapar, y huyó hasta el puente flotante donde se sentó sobre un pilotillo con la pistola aún en la mano.
Quince minutos después se disparó a la cabeza cayendo al río Ozama, de donde fue rescatado el cadáver por dos miembros de la Policía que patrullaban y otros dos de la Marina que estaban en las cercanías.
Familiares de Fari Eunice relataron que su relación marital con ese hombre era tortuosa debido a sus celos enfermizos.
Revelaron que hace más de un año la Jefatura de Estado Mayor de la Marina lo había sancionado por su conducta y le fijaron una pensión alimenticia a favor de la niña que procreó con Reyes Mateo.
También recordaron que hace poco más de un mes el militar la golpeó y constantemente le exigía que volvieran a juntarse.
Un primo de Fari Eunice dijo que anoche mismo Ramón fue a la casa y discutieron tras lo cual la golpeó en presencia de sus hermanos y otros familiares.
La joven se graduaría en las próximas semanas de Licenciada en Contabilidad y elaboraba el monográfico para optar por su título.
Al lugar de la tragedia se presentaron miembros de la Policía Científica y un médico forense que ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Nacional de Patología Forense para fines de autopsia.
Un oficial superior de la Marina de Guerra inició de inmediato las investigaciones del caso para rendir un informe a la Jefatura de Estado Mayor.
Se dijo que López Conteras y Reyes Mateo se conocía desde niños y eran muy apreciados.