El accidente ocurrió el pasado 16 de octubre. Hoy pide ayuda para ser sometido a un tratamiento que no puede costear.
Pablo de los Santos, de 63 años, fue impactado mientras era testigo de un enfrentamiento entre bandas en el sector La Fe del municipio Los Alcarrizos.
De los Santos relató a elCaribe que sintió un golpe en medio de la cara acompañado un estruendo que lo dejó mareado, luego vino el sangrado.
De forma misteriosa, la bala penetró por uno de los agujeros de su nariz, sin causarle heridas ni rasguños. Sin embargo De los Santos permaneció varios días interno en el hospital Darío Contreras.
De acuerdo con De los Santos, los doctores que le atendieron le dijeron que existen dos posibilidades de extraer la bala; la primera, ser sometido a una intervención quirúrgica, pero que podría perder la vista.
Mientras que con la segunda opción pronosticaron que la bala puede salir por el mismo lugar que entró, si lleva un tratamiento que a diario le costaría 1,850 pesos, proceso que indica no podría llevar por falta de recursos económicos.
“Este primer mes de tratamiento lo pude llevar gracias a un vecino me que facilitó los medicamentos, pero en estos momentos estoy desempleado y mi esposa está postrada en una sillas de ruedas”, narró De los Santos.
Reveló que solicitó trabajo en la recién inaugurada escuela Mi Bandera, de Los Alcarrizos, pero que no le dieron empleo por la edad, “parece que los viejos no comen”, se quejó con indignación.
De los Santos agradece cualquier organismo que pueda ayudarlo con un empleo o tratamiento para extraer la bala.
De los Santos relató a elCaribe que sintió un golpe en medio de la cara acompañado un estruendo que lo dejó mareado, luego vino el sangrado.
De forma misteriosa, la bala penetró por uno de los agujeros de su nariz, sin causarle heridas ni rasguños. Sin embargo De los Santos permaneció varios días interno en el hospital Darío Contreras.
De acuerdo con De los Santos, los doctores que le atendieron le dijeron que existen dos posibilidades de extraer la bala; la primera, ser sometido a una intervención quirúrgica, pero que podría perder la vista.
Mientras que con la segunda opción pronosticaron que la bala puede salir por el mismo lugar que entró, si lleva un tratamiento que a diario le costaría 1,850 pesos, proceso que indica no podría llevar por falta de recursos económicos.
“Este primer mes de tratamiento lo pude llevar gracias a un vecino me que facilitó los medicamentos, pero en estos momentos estoy desempleado y mi esposa está postrada en una sillas de ruedas”, narró De los Santos.
Reveló que solicitó trabajo en la recién inaugurada escuela Mi Bandera, de Los Alcarrizos, pero que no le dieron empleo por la edad, “parece que los viejos no comen”, se quejó con indignación.
De los Santos agradece cualquier organismo que pueda ayudarlo con un empleo o tratamiento para extraer la bala.
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