MADRID.- El último sistema operativo de Microsoft para sobremesa, Windows 8, mejorará la compatibilidad a la vez que facilitará la instalación y el rendimiento, señalaron desde la compañía.
Según Microsoft, en la actualidad hay más de 450 millones de ordenadores que son capaces de ejecutar Windows 8. La firma asegura que serán fácilmente actualizables.
Microsoft intenta que la mayoría de usuarios actuales puedan actualizar los ordenadores, indicó el presidente de las divisiones Windows y Windows Live, Steven Sinofsky.
Aunque millones de personas optan por actualizar sus ordenadores, la mayoría de la gente elige obtener una nueva versión de Windows preinstalado en un ordenador nuevo por varios motivos.
El hecho de que el hardware diseñado para un sistema operativo sea compatible con otro que no existía cuando se creó suele ser el principal reto de Microsoft, sobre todo si se tiene en cuenta que la conexión de hardware y software resulta fundamental.
También es frecuente que ciertos usuarios decidan no actualizar su software a pesar de que el ordenador lo ejecute. Dos motivos habituales suelen ser las complicaciones para instalar el nuevo sistema operativo o las incompatibilidades que se pueden encontrar una vez logrado.
Microsoft quiere solucionar todos estos problemas con Windows 8, un sistema operativo que se prevé que será sencillo de instalar -en la línea de las actualizaciones en terminales móviles-, que tendrá unos requisitos no demasiado exigentes y que además será compatible con muchos accesorios para versiones anteriores.
Gracias a Windows 8, Microsoft asegura que se solucionará el problema de que algunos periféricos en ocasiones requieran controladores actualizados o que un fabricante de PC decida que un determinado modelo o configuración no es compatible con una nueva versión de Windows.
"Nuestro compromiso es mantener las cosas en funcionamiento y llevar adelante el software líder en la industria", confirmaron desde Microsoft.
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