El movimiento telúrico se produjo a 26 km de profundidad, precisó el instituto estadounidense, sacudiendo a todo el norte y el centro de la gran isla de Honshu.
Su epicentro se registró a unas decenas de kilómetros en el mar frente a la prefectura de Fukushima (noreste), a unos 300 km de Tokio, donde también se sintió el temblor.
La Agencia Meteorológica japonesa no emitió alerta de tsunami y se limitó a señalar que el mar podría agitarse ligeramente en la superficie, sin consecuencias graves, según dijo.
En lo inmediato, la agencia tampoco dio cuenta de daños o víctimas.
Japón se encuentra en la confluencia de cuatro placas tectónicas y sufre 20% de los sismos más violentos registrados cada año en el mundo. Las normas de construcción de los edificios e infraestructuras públicas son severas y la mayoría de los terremotos no ocasiona daños importantes.
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