A pesar de que familiares del señor Carlos Gatás, uno de los socorristas dominicanos heridos en Puerto Príncipe, Haití, confirmaron a Z101digital.com que éste había fallecido en Barahona mientras recibía atenciones médicas, otros familiares aseguraron que aún vive y que en estos momentos está siendo intervenido quirúrgicamente en el Hospital Ramón de Lara, de la Fuerza Aérea Dominicana, en Santo Domingo.
Gatas fue herido junto a otro socorrista, Milton Matos padre, cuando una turba de haitianos fue enfrentada por la policía en el momento en que intentaban asaltar un centro de acopio en las inmediaciones de una zona industrial de Puerto Príncipe.
Gatas fue herido de un balazo de escopeta en el pecho y fue trasladado en estado grave a Barahona, República Dominicana, por las fuerzas militares de las Naciones Unidas. De Barahona fue trasladado al hospital de la FAD.
Junto a él se encuentran dos de sus hijos, mientras que los mismos familaires que llamaron para confirmar su muerte se han comunicado con la Z101.3 para rectificar la información.
El otro herido es Milton Matos padre, comerciante de la provincia de San Juan de la Maguna, en la región sur del país. Nazar recibe atenciones en un hospital de la ONU capital haitiana.
Los dominicanos se encontraban en Puerto Príncipe brindando auxilio a los miles de haitianos afectados por el terremoto del pasado martes 12 cuando se encontraron en medio de un intento de asalto a la Sociedad Nacional de Zona Franca Haitiana, la cual sirve de centro de acopio de ayuda internacional y es custodiadas por los cascos azules de las Naciones Unidas.
Aparentemente los socorristas dominicanos se encontraron en medio del fuego cruzado entre la miembros de la policía de Haití y una turba de haitianos que desesperados querían asaltar el centro de acopio en busca de alimentos ante la falta de logística y organización para distribuir la ayuda.
El centro de acopio está ubicado en las inmediaciones de dos de los barrios más populosos de Puerto Príncipe: Cite Soleil y Dowllard, en los cuales habitan más de un millón de personas en condiciones de extrema pobreza y que fueron duramente golpeados por el sismo.
Este sábado, el jefe de la Policía de Puerto Píncipe, Mario Andresol, dijo que la situación se hace cada hora más incontrolable debido a la desesperación que vive la población