lunes, 8 de diciembre de 2008

Pedir "un minuto" se ha puesto de moda... Pero a quien se lo piden se pone "chivo"


Regularmente se da la situación de que a Usted lo visita alguien a su centro de trabajo, su casa, o se lo encuentra en algún otro lugar, y le dice: "¿Usted puede regalarme un poco de su tiempo para explicarle algo...?".
Aunque se encuentre ocupado, ante el pedido apremiante de su interlocutor, Usted hace un paréntesis y se dispone a escucharlo (es una reacción prácticamente generalizada, tomándose en cuenta la generosidad del dominicano, aunque están los que se niegan), y escucha pacientemente lo que le quieren explicar.
Que el solicitante consiga o no lo que procura, ya son "otras quinientas", como dicen por ahí. Pero el caso es que, normalmente, lo escuchan.
Pero de un tiempo a esta parte en nuestro país tenemos un pedido un tanto parecido, que, en la mayoría de los casos, no se complace, por temor a que sea "un gancho" (no se sabe si van a llamar a un narco o a un terrorista y "fichan" el númeroo o si quien hace la petición, abuse de su confianza y llame a un país distante y se tome mucho más del minuto y la llamada salga "por un ojo y la mitad del otro").
A cada momento Usted se encuentra en la calle, o en cualquier lugar público, con un desconocido o desconocida que se le acerca y le dice: "¿Usted puede regalarme un minuto de su celular...? Necesito urgentemente comunicarme con una persona y se me acabaron los minutos del mío".
Hasta hace poco se pedía un minuto de su tiempo para explicarle algo; pero ahora le piden un minuto de su celular para llamar a alguien, no se sabe con qué fin ni por cuánto tiempo pudieran usarle su móvil.
Ahí está el detalle... Por eso cuando a Usted se le aparece cualquier persona haciéndole tal solicitud, "se pone chivo", y, opta por ofrecer una excusa para rechazar la petición o se niega de manera resuelta a ella.

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