miércoles, 21 de enero de 2009

Las yolas, un viaje a la desesperación

La Procuraduría asegura que la Marina carece de recursos para enfrentar los viajes en yolas
VILLA RIVA, provincia Duarte.- Los residentes en el poblado de Villa Riva perdieron esta semana la esperanza de encontrar, vivos o muertos, a los hombres y mujeres que hace dos meses partieron hacia la vecina isla de Puerto Rico como parte de un grupo de 97 viajeros indocumentados que el pasado noviembre salió en una yola desde la costa este de República Dominicana.
“Se nos cayeron todas las esperanzas”, dice el síndico de Villa Riva, Alfonso Regalado, luego de que las autoridades descartaron que proviniera de Cuba una llamada telefónica hecha al cuartel policial del pueblo la madrugada del 12 de diciembre pasado. Según las versiones que corrieron en el pueblo la voz del otro lado de la línea se identificó como Tabebo (Basilio Jiménez), uno de los yoleros desaparecidos.
Regalado encabezó, desde su función en el ayuntamiento, los operativos de búsqueda de los desaparecidos y su desánimo pesa sobre todos los que no paran de llorar la ausencia de los perdidos. Pero Silvia Núñez, madre de Basilio, mantiene la esperanza.
Núñez, de 48 años, cuenta: “Mi hijo llamó al cuartel la madrugada del 12 de diciembre. El mayor de la Policía que le atendió le preguntó quién habla y él se identificó como Tabebo y le dijo, vaya frente al multiuso a donde vive mamá, que se llama Silvia, vaya a donde ella, vaya y dígale que nosotros (los yoleros) estamos en Cuba”.


Los desaparecidos de Villa Riva partieron desde la costa este la madrugada del 14 de noviembre pasado. Su caso vuelve a evidenciar el drama que envuelven las travesías en yola hacia Puerto Rico. La magnitud del problema de este tráfico de humanos se puede medir en los apresamientos de viajeros que hacen las autoridades de Estados Unidos y las de República Dominicana, que sólo el año pasado detuvieron a 1,615 yoleros, incluidos 11 niños, y además confiscaron 202 embarcaciones.
Los registros de la Marina de Guerra revelan que en los años 2006, 2007 y 2008, ese organismo y el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos apresaron a 8,599 personas que trataban de llegar en yola a Puerto Rico.
La Marina y el Servicio de Guardacostas apresaron en 2008 a 42 organizadores de viajes ilegales y capitanes de yolas. Mucho menos que en 2007 cuando el total fue de 209, y que en 2006, cuando fueron 212 los detenidos por tráfico de indocumentados.


Los capitanes de las yolas y los organizadores de viajes ilegales apresados en el país son procesados por violación a la Ley 137-03, Sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas. Pero tal y como asegura el procurador adjunto Frank Soto, las autoridades dominicanas enfrenta dificultades para arrestarlos.
“La gente, por más que insistimos, se resiste a denunciar a los organizadores de viajes en yolas porque piensan que perderían la oportunidad de volver a intentar irse por esa vía”, dice Soto, encargado del Departamento Contra el Tráfico Ilícito y Trata de Personas de la Procuraduría General.
Recuerda que la Procuraduría mantiene en funcionamiento una línea telefónica con el propósito de recibir información de la ciudadanía en torno al tráfico y la trata de personas, pero nadie ha llamado para denunciar a organizadores de viajes en yolas.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Fundación Ricky Martin y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Pero, según dice Soto, “a la Procuraduría no llegan denuncias sobre viajes en yolas a Puerto Rico, porque la gente no los ve como un delito”.
El funcionario considera necesario reforzar a la Marina de Guerra que “está prácticamente desarmada, en términos de herramientas para investigar, y de sus pocos recursos para evitar que se den los viajes en yolas”.
“Los puestos de la Marina de Guerra del interior del país no tienen ni vehículos, no tienen comunicación… En Nagua, por ejemplo, los marinos van a pie a la costa y vuelven a su destacamento al otro día”, dice. “Las costas dominicanas están muy vulnerables y por eso van a seguir los viajes en yolas ”, vaticina.
La Marina dejó prácticamente en manos de Estados Unidos la búsqueda de los 97 yoleros de Villa Riva. La Guardia Costera informó el 19 de noviembre que hizo un operativo de cuatro días en el que rastreó unas 22,238 millas náuticas cuadradas con el apoyo de dos helicópteros, un avión y el escampavías Vigorous.
Desde finales de noviembre la Marina identificó al comerciante de La Romana Ramón Rafael Carrión Brito (El Gacho), de 40 años de edad, como responsable de organizar el viaje de los yoleros de Villa Riva y de toda la provincia Duarte. El organismo asegura que contra el prófugo existen varios expedientes por tráfico de indocumentados y por violación de la Ley 50-88, sobre Drogas y Sustancia Controladas.


La Marina rehusó, a través de su Departamento de Relaciones Públicas, ofrecer detalles sobre los recursos logísticos de que dispone. A principio del pasado mes de diciembre, el jefe de ese organismo, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet, anunció lo que denominó “un vasto plan de contingencia” que buscaba contrarrestar los viajes ilegales en todas las costas del país.
Según Ventura Bayonet, al plan se integrarían diez unidades navales, dos helicópteros de la Marina y otros de la Fuerza Aérea Dominicana.
Hasta el momento los viajeros ilegales consideran que los agentes de la Marina actúan en complicidad con los organizadores de las travesías en yolas. “A la Marina es a la que hay que atacar, porque lo marinos saben de esto, ellos parece que tienen miedo de que ellos aparezcan”, dice Olga Suárez, de 52 años, cuyo hijo Ángel Diloné Rojas Suárez, de 32 años, figura entre los 97 yoleros desaparecidos.
Hacía un año que la señora Suárez perdió a Reagan Alberto, uno de sus seis hijos, en un accidente de motocicleta. De modo que la desaparición de Ángel Diloné profundizó el desorden que reina en todo su sistema nervioso.
El caso de Ángel Diloné también mantiene desesperada a la esposa del desaparecido, la joven Yadely José, de 19 años. La pareja procreó una niña y un niño que ahora tienen 4 y 1 año, respectivamente.
Aunque las autoridades descartan que la llamada telefónica de Basilio Jiménez se originara en Cuba, la señora Suárez se niega a perder las esperanzas. En los últimos días también le alienta la idea de pensar que su hijo y los demás yoleros están vivos en Turcas y Caicos o en cualquier otra isla del Caribe, trabajando para alguien que los tiene secuestrados.
“Algo debe aparecer. Nosotros no nos vamos a parar más si Dios quiere, y que ellos vengan”, dice, aferrada a la misma fe que la llevó a prometer a Dios que cuando su hijo aparezca irá en procesión y vestida de blanco ante la virgen de Altagracia de Higüey para escuchar una misa hincada. También prometió que andará un mes descalza y hará horas santas al Divino Niño.



TRÁFICO CON HAITIANOS
El Tribunal Colegiado de Primera Instancia de Montecristi ha dictado varias sentencias contra acusados de organizar viajes ilegales entre Haití y República Dominicana:15 enero 2007. Elvis Rafael Rodríguez Ortiz, chofer del camión en el que murieron asfixiados 25 haitianos, y su ayudante, Esteban Martínez Rosario, recibieron sentencias de 20 años de prisión. También fueron condenados a 10 años de cárcel el sargento del Ejército Nacional, Santos Peña Reyes, y el raso Keilín Antonio Minier. El tribunal descargó por falta de pruebas a otros dos militares y tres civiles implicados en la tragedia que se produjo el 10 de enero de 2006 y que, tal y como asegura el procurador adjunto Frank Soto, “se convirtió en el caso más simbólico del tráfico de indocumentados haitianos”.7 de marzo de 2007. Pedro Julio Díaz Molina fue condenado a 3 años de cárcel.4 de junio de 2008. Eladio Simón Valdez Jiménez recibió una sentencia de 3 años de prisión. 22 de octubre de 2008. Miarolis Julián Fortuna Peña recibió una condena de 15 años de prisión.22 de octubre de 2008. Benito Antonio Reyes recibió una condena de 10 años de reclusión.



78 MUERTOS
Según testimonios de seis sobrevivientes de naufragios, en las últimas dos tragedias registradas en alta mar fallecieron 78 personas tratando de llegar a Puerto Rico. Del primer naufragio de 33 personas sólo sobreviven Gregorio María Marizan y Saulio Manuel María Marizan, así como Franklin Francisco Almánzar Paulino y su hijo, Álvaro Luis Almánzar. Los cuatro fueron acusados de organizar el viaje ilegal y fueron rescatados en islas Turcas y Caicos junto a Natividad Nolasco Castillo, quien falleció mientras recibía atenciones en un hospital de Providenciales. Del segundo naufragio, en el que habrían fallecido 49 personas, sobrevivieron Diomito Rodríguez Santos y Reinaldo Ramírez Gil, quienes también están presos. Por este viaje también fue detenida la señora Rosa Nilda Hinojosa Javier (Rosa Javier de Cabrera, Morena o La Marimba).