NUEVA YORK.- El gobernador estatal de Nueva York. David Patterson, se acogió al adagio de que "La soga rompe por lo más fino” y ni corto ni perezoso ordenó la cancelación de 9,800 empleados públicos de distintas dependencias con lo que busca, según él, reajustar el multi millonario déficit presupuestario que padece el Estado Imperial.
El tabloide NY Daily News confirmó que el ejecutivo alegó para justificar la medida, el que los sindicatos se negaron a hacer concesiones en los recortes salariales y de beneficios que son “necesarios” para sanear la economía.
Aquí, en Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, no ordena y la decisión es de la exclusiva responsabilidad del político demócrata que con ello, también busca presionar a los líderes sindicales.
La directora de presupuesto de la gobernación, Linda Anglin, dijo que son los primeros despidos masivos desde el año 1990 y que serían efectivos a partir del mes de julio, pero que parte del problema se podría resolver si los sindicatos “dan otra vuelta”. Ella adelantó que está en disposición de volver a las mesas de negociaciones, si se aceptan algunos cambios.
