NUEVA YORK._ El joven dominicano de 18 años de edad Elías Peguero, asesinado de un balazo en la cabeza en una bodega del Alto Manhattan. A la derecha, imagen de un video muestra a dos de sus asesinos. |
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NUEVA YORK._ Tres afroamericanos americanos asesinaron de un balazo en el interior de una bodega del sector Inwood en el Alto Mahattan al joven dominicano Elías Peguero de 18 años de edad y el crimen fue captado por el video de la cámara de seguridad del establecimiento. La policía ha difundido en los medios locales desde ayer domingo la imagen para facilitar la captura de los homicidas. Las autoridades no han ofrecido detalles amplios sobre la muerte de Peguero, quien huyendo de sus victimarios entró a la bodega que frecuentaba todos los días, según el propietario Arafat Saleh que lo describió como un joven que no se metía con nadie.
La chocante imagen muestra como Peguero era golpeado por uno de los matones en la cara y por otro con un palo de escoba y al caer al suelo, recibe el disparo mortal. El crimen ocurrió el miércoles de la semana pasada poco antes de las 11:00 de la noche, pero no fue hasta este fin de semana que los investigadores liberaron el video mostrando el incidente.
Saleh dijo que los asesinos siguieron a Peguero hasta el interior de su negocio y que se escuchó un solo disparo. El dominicano vestía camiseta oscura y tenía su celular en una mano. El video lo presenta frente a frente a uno de los asesinos que llevaba una camiseta blanca con rayas azules y una gorra de los Rojos de Cincinnati.
El dueño narró que los matones le gritaban a Peguero que porqué estaba tratando de jugar “así” con ellos. Uno de los del trío de asesinos que tenía una gorra de los Yankees de Nueva York, agarró a la víctima por el cuello y los otros dos, lo ayudaron a arrastrarlo hasta la parte trasera de la bodega.
El que vestía la gorra de los Rojos de Cincinnati, se agachó detrás de anaqueles en los que se vende papitas fritas y sacó una pistola plateada y le disparó al dominicano en la cabeza. Antes de ser asesinado, “Había un charco de sangre dentro de mi bodega y el que le disparó al muchacho salió del negocio como si no hubiera pasado nada”, relató Saleh. Peguero vivía con su madre en un apartamento de El Bronx. Los detectives de homicidios descartaron el robo como móvil del asesinato, porque al cadáver de Peguero se le encontró el celular y $300 dólares en efectivo.
Cerca de la bodega, amigos y conocidos de la víctima, levantaron un altar para recordarlo.
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