Mientras 100 familias permanecen como damnificadas, el complejo habitacional construido por el Gobierno ya presenta daños
SANTIAGO, República Dominicana.- A un año de la riada del Yaque del Norte, que dejó al menos 40 muertos, cuatro zonas devastadas y 1,200 viviendas destrozadas, diversos sectores de Santiago abogan por sanciones para los responsables del manejo de la presa de Tavera y que se complete el proyecto de viviendas para los damnificados.
Las voces de los afectados y de religiosos se han levantado para pedir a las autoridades no dejar en el olvido el caso de las familias que reclaman justicia, mientras que los beneficiarios de los apartamentos que ya han sido entregados exigen la reparación de esas viviendas, que ya presentan daños.
La estructura del complejo Villa Progreso presentar diversa grietas.
Máxmio Laureano/Clave Digital.
Aunque muy feliz por vivir en una casa donde no le llega el agua a la cama, Magdalena Vargas lamenta que en su nueva residencia se le han limitado las posibilidades laborales.
Vargas explicó que en su nuevo hogar, en el barrio Villa Progreso, construido por el Gobierno para los damnificados, "no hay a quien venderle nada".
La mujer argumenta que resulta muy difícil salir del barrio para ir a la zona franca donde antes trabajabas, sin embargo agradece el estar en un lugar seguro con sus hijos, a quienes arrebató de la crecida del río Yaque del Norte, provocado por el desagüe de la presa Tavera, la madruga del 12 de diciembre del 2007.
Damnificados
Este barrio, que aloja a 512 familias, ha creado un estilo de vida diferente para sus habitantes, que fueron desalojados de las riberas del río, donde vivían expuestos a las inundaciones.
Además de las 512 familias, otras 100 aún permanecen sin vivienda, luego de que la riada destruyó sus casas.
Los moradores de los nuevos apartamentos inaugurados el pasado julio, llaman la atención de las autoridades para que se corrijan las grietas que se han registrados en algunas escalera de las construcciones.
Vargas afirmó que en una de las escaleras del edificio 11 se desplomó un trozo de la pared y temen que esta situación se repita porque no se ha presentado ninguna autoridad a resolver el problema.
"Ellos dijeron que iban a arreglar eso, pero no han vuelto y yo tengo miedo de que eso le caiga arriba uno de mis hijos", dijo Vargas a Clave Digital.
Un año después
Cuando ya ha pasado un año de la tragedia, aún se tejen muchas interrogantes a cerca de las causas que generaron el desagüe repentino de más de cinco mil metros cúbicos de agua por segundo de la presa de Tavera.
El síndico José Enrique Sued develó el viernes una placa para conmemorar el primer aniversario de la tragedia.
Máximo Laureano/Clave Digital.
Este 12 de diciembre el tema central de muchas ceremonias de recordación a las víctimas estuvo relacionado a los reclamos de justicia de algunos sectores que exigen que los responsables de manejo de la presa sean sancionados.
El párroco de la iglesia San Pedro del sector de Rafey, David Téllez, y el diácono de esta comunidad, Pablo Marte, deploraron que a un año de la riada no se haya actuado judicialmente contra los responsables del manejo del embalse.
En la misa de recordación de las víctimas, celebrada en la capilla, ubicada a unos 50 metros del río, Marte exigió a las autoridades impedir que el olvido empolve este caso, que dejó a decenas de niños desamparados.
El sacerdote Téllez consideró a su vez que la tragedia del Yaque tuvo su origen en el mal manejo que se le dio a la presa de Tavera durante el paso por el territorio nacional de la tormenta Olga.
Advirtió que por esta tragedia los responsables deben ser sancionados, porque se trató de la muerte de familias completas, en algunos casos.
Monumento
Este viernes las autoridades municipales y el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, desvelizaron un monumento en honor a las víctimas, el cual fue construido por el Ayuntamiento a la entrada del sector de Rafey.
El arzobispo dijo que la tragedia debe servir de reflexión para que en el futuro no se vuelvan a repetir estas situaciones.
En cada uno de los sectores afectados por las inundaciones, se han hecho ceremonias de recordación a las víctimas, pero sobre todo se ha insistido en que no se permita que estas zonas se urbanicen de nuevo.
En muchas de estas zonas se han iniciado planes de reforestación para rescatar las áreas devastadas por la crecida del río.
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